No hace falta decir mucho más. El Mediterráneo lo cura todo, tiene un efecto de sanación inmediato, desde una decepción amorosa hasta una lastimadura en la piel. Además de tener una agua espectacular, el mar griego - el Egeo - tiene una energía que te renueva y te hace sentir agradecida de estar flotando en él.
Sólo la comida griega hace que valga la pena el viaje!
Sentarse en alguno de los tantos bares y restaurantes y disfrutar de algunas de sus delicias locales no tiene precio.
En la mesa de los griegos nunca falta un buen aceite de oliva virgen, aceitunas, berenjenas, tomate, orégano, espinaca, etc. Para ellos comer juntos y compartir con la familia y amigos es un acto social muy valorado.
Las especialidades que hay que probar son las mousakas -una especie de lasagna a base de carne picada de cordero, berenjenas, salsa blanca y tomate-, gyros -pan de pita relleno con carne de pollo o cordero, salsa y verduras varias- y souvlaki -una brochette de cordero, pollo, cerdo, pescado o camarones.
El yogurt griego también es un elemento esencial de la gastronomía griega, tanto para el desayuno como ingrediente para la comida.
Sana y deliciosa la dieta mediterránea!
Los griegos son un pueblo alegre y simple a pesar de las crisis económicas y estar siempre al borde del abismo, ellos celebran la vida como pocos.
A la gente le gusta reír, conversar, es curiosa, abierta y muy comunicativa. Todo pasa en la calle, la calle es la protagonista absoluta para conversar, chusmear, brindar y festejar la vida.
En las islas los cocktails después de comer son un ritual obligado y siempre hay razones para bailar hasta que salga el sol con el sonido de algún bouzouki sonando de fondo.
Todo lo que veas tiene una historia para contar, de todo aprendés algo nuevo en Grecia porque es uno de los países más antiguos del mundo.
El Acrópolis, el Agora por donde caminaron Sócrates y Platón, el santuario de Delfos: tenés la oportunidad de ver construcciones imponentes de hace miles de años atrás que siguen en pie.
Sus mercados callejeros, tabernas típicas, museos de historia, ateliers de arte y música en vivo en las esquinas de Plaka hacen un mix irresistible.
Santorini, Rodas, Creta, Mykonos, Corfú, Kos, es imposible elegir una, son tantas, cada una con su magia única. Casitas blancas, las Santa Rita colgando de los balcones, sus playas recónditas, los puertos donde todo pasa y hasta castillos hay en algunas. La vida en las islas es simple, sin preocupaciones ni estrés. Viva la vida!
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